Revistas, páginas web y algunos textos médicos recomiendan beber al día ocho vasos de agua, o lo que es lo mismo dos litros de agua. Un consejo muy bien visto por compañías que embotellan agua de manantiales, etc… Pero ahora mismo algunos expertos en hidratación de donde viene esa norma, ni de que tenga una base fundada.
Mike Sawka, investigador del Ejército de Estados Unidos, cree que los origines de esta premisa se remontan a un estudio de 1933 sobre la hidratación de los roedores, esta investigación llego a recomendar la ingestión de 2,50 litros diarios o unos 2,3 kilos de líquidos, para la compensación de pérdidas de líquidos. El 20% del agua suele provenir de los alimentos con un alto contenido acuoso.
Por tanto, no necesitamos ochos vasos diarios, las otras bebidas también cuentan, incluido las que tienen cafeína. El cuerpo nos hace saber cuándo necesita líquido. Hay que beber sólo si se tiene sed. Una excepción: hidratarse antes de practicar ejercicio físico intenso.
Y en caso de dudas, observa la orina. El color amarillo oscuro indica deshidratación, dice Stells Volpe, nutricionista de la Universidad de Pennsylvania.
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